ESCOGER LA TALLA CORRECTA

1. En una hoja, dibuja el contorno de tu pie.
Es muy importante que a la hora de apoyar el pie estiréis bien los dedos y tengáis el peso justo en esa pierna. Con todo el peso sobre el pie, se expanderá y eso ayudará a aprovechar la talla al máximo y a escogerla correctamente. Es importante que sepas que no podemos medir los pies en reposo.

2. Mantén el lápiz lo más recto posible y dibuja el contorno. Mide siempre los dos pies, casi todos tenemos uno más grande que otro y escoge la talla tomando como referencia el más grande.

3. Mide el ancho y el largo del pie, asegurate que el zapato que escoges no va a comprimir por los laterales.

4. El margen que debemos dejar es de 0,8cm a 1,2cm. Es decir, si tienes un pie de 20cm, deberemos escoger la talla que comprenda entre 20,8cm y 21,2cm. Si lo que estás comprando son sandalias, máximo dejaremos 1cm.

5. Cuando el calzado tiene menos de 0,4cm nos indica que estamos llegando al límite de talla y es cuando tenemos que pensar en cambiar.

6. En el caso de los bebes y primeros pasos, se recomienda un calzado que imite lo más posible al caminar descalzo. En este caso, tenemos que ajustar bastante la talla entre 0,5cm y 0,8cm. Están aprendiendo a tener control sobre si mismos y eso podría dificultarles el equilibrio a la hora de caminar.

7. Y sobre todo, si todavía no camina pero se pone de pie no hace falta calzarlo. Podemos usar calcetines antideslizantes y patucos de MACROPUS o ATTIPAS, zapatillas de estar por casa de SNUGI, para proteger del frío en caso de ser necesario o estar en la calle.

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